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Menores incrementos en tarifas de energía frente a otros países en el último año, estabilidad en los precios de combustibles (gasolina y gas) y mayor cobertura y permanencia del servicio de electricidad en zonas apartadas, son algunas de las razones por las que hoy Colombia ocupa el puesto 16 en el mundo en desempeño energético.
El país escaló ocho puestos en el más reciente Índice Global de Sostenibilidad, del 24 al 16, según se anticipó ayer, en Cartagena, durante la cumbre del Consejo Mundial de Energía (WEC, por sus siglas en inglés), con base en el informe que presentará completo en Washington, el próximo 24 de noviembre.
Esa posición destacada de Colombia es producto de la calificación en tres frentes que conforman el llamado "trilema energético", como aspectos claves para el desarrollo sostenible del sector (ver gráfico).
En cuanto a seguridad energética, el país mantuvo el quinto lugar, y revisa condiciones del suministro, infraestructura y capacidad que las empresas satisfagan la demanda actual y futura.
También se mantuvo el cuarto lugar, en sostenibilidad ambiental, en la medida que hay una oferta de energía a partir de fuentes bajas en carbono y renovables, como la generación hidráulica.
Pero fue en materia de equidad energética, acceso y asequibilidad al servicio, en que Colombia presentó un mejor desempeño que otros países y ascendió 22 puestos, del 85 al 63, según los sucintos resultados entregados por Joan MacNaughton, presidenta del Comité Mundial del Trilema Energético.
"Han tenido éxito en hacer que la energía tenga mas cobertura y precios, un indicador en que, seguramente, incide la reducción de los costos internacionales de los combustibles, pero también el esfuerzo por mejorar la calidad de los servicios energéticos", señaló la ejecutiva británica.
Para la WEC, Colombia es uno de los países líderes en la región por su potencial hidroeléctrico, que ha logrado combinar con prácticas de protección ambiental y una legislación estable de los mercados eléctricos.
No obstante, gobierno y empresas del sector saben que la pobreza energética aún es sombra de cada día de dos millones de habitantes o cerca de 400 mil familias colombianas.
"Sin duda, hay barreras económicas por superar para que el servicio no solo llegue a más personas, sino que aumente el consumo, en medio de exigencias como el cambio climático y en línea con nuevas tecnologías por ofrecer", señaló a El Colombiano Ricardo Roa Barragán, presidente del Grupo de Energía de Bogotá (EEB).