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La captura de la supuesta jefa de una oficina de cobros sicariales, y el asesinato de un ciudadano colombiano en un eventual ajuste de cuentas durante la misma semana, ponen de manifiesto las actividades del crimen organizado de nuestro país en la ciudad boliviana de Santa Cruz.
El jueves pasado, en un operativo de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), fue detenida en una vivienda de la avenida Francisco Mora la colombiana Alicia Lorena Vargas Muñoz, alias “La Mona”.
Según los informes de las Felcc, era prófuga de la justicia de ese país por su presunta participación en varios asesinatos ligados al narcotráfico, al fungir como la supuesta jefa de una oficina de sicarios.
La estela de muertes habría comenzado el 2 de abril de 2013, cuando fue asesinado en Santa Cruz el peruano Ángel Taype Rodríguez, según el diario local El Deber.
En el operativo subsiguiente, la Policía arrestó al colombiano Fabián Arroyave como supuesto autor material. En la investigación se estableció que habría sido contratado por “La Mona”, debido a que el occiso le debía 10.000 dólares (18'506.100 pesos) de un negocio de narcotráfico.
El pasado 15 de julio la muerte le correspondió al croata Goran Popovic, y al día siguiente al boliviano Jaime Avaroma, ambos a bala y también, según la Felcc, por designios de “La Mona”.
Tras su captura, el ministro de Gobierno de Bolivia, Jorge Pérez, declaró que la mujer “cambió su aspecto físico a efectos de frustrar la búsqueda”.
En la audiencia preliminar en el juzgado, Lorena Vargas rechazó los cargos en su contra y se declaró inocente, antes de ser llevada a una celda.
En la noche de este sábado, el crimen organizado volvió a dejar su huella en Santa Cruz, la metrópoli más grande, poblada e industrializada del país andino. El Deber informó que en la calle Julio Verne, en un sector popular, acribillaron a Gustavo Adolfo de Jesús Zapata Montoya.
El fiscal del caso, José Morales, narró que los autores fueron dos sicarios en motocicleta y que la hipótesis inicial apunta a un ajuste de cuentas por narcotráfico. La víctima tenía esposa cruceña, residía en aquella urbe y era padre de dos niños, reseñó el diario.
De acuerdo con los informes de la Agencia Antidrogas de E.U. (DEA), las actividades de narcotráfico en Bolivia se incrementaron desde el 1 de noviembre de 2008, cuando el presidente Evo Morales suspendió las operaciones de los agentes estadounidenses en ese territorio.
Las mafias de Colombia y México comenzaron a comprar laboratorios para la producción de cocaína, la cual, en su mayoría, es usada en la ruta de tráfico hacia Brasil (el segundo consumidor mundial de este alcaloide), Uruguay, Paraguay, Argentina y, en menor proporción, Australia.