viernes
7 y 9
7 y 9
La crisis de la industria textil en Colombia agobiada por la competencia asiática, con bajos precios y altos volúmenes, tiene una salida que se concentra en la moda con valor agregado. Pero ojo que no se trata de colecciones elaboradas y lentas, porque la clave es competir con velocidad y calidad.
Así lo manifestó Emiliano Duch, especialista en Industrias Competitivas del Banco Mundial, que en diálogo con El Colombiano aclaró que las reglas de juego cambiaron frente a competidores de bajo costo como los asiáticos.
"Países emergentes como Colombia deben pensar es en la integración de la distribución, con series cortas, respuestas rápidas, con tiendas propias y precios competitivos. El diseño exclusivo desapareció y surgen tendencias que satisfacen las necesidades de los consumidores".
Las grandes inversiones publicitarias de marcas como Gucci y Levis, por ejemplo, han quedado atrás, ahora "se trata de pequeñas cadenas de tiendas, con productos dirigidos a la clase media naciente, con criterios de consumo. Es sacar a las personas que antes solo hacían maquilas a que pongan sus propias cadenas de tiendas, con capacidad de respuesta en colecciones cortas y rápidas".
El experto del Banco Mundial citó casos exitosos en España como las tiendas Zara, las cuales con diseños prácticos responden en periodos cortos a lo que la gente busca, incluso lo pueden hacer en semanas, con eficiencia logística para competirle a la producción asiática. "Estas tiendas bajaron los tiempos de entrega de 4 días a 4 horas. La estructura vertical quedó atrás, los papeles han cambiado porque el que tiene las ideas debe responder rápidamente a nivel industrial".
Habla que bajo este modelo se pasó de tener 4 temporadas al año a tener 20, por eso se requieren fábricas más sencillas, dinámicas y eficientes, hacia allá migró el negocio.
Precisamente Duch es uno de los invitados a la Convención Mundial de la Moda que se realizará del 30 de septiembre al 1 de octubre de 2014 en el Hotel Dann Carlton, de Medellín.
Moda lejana
En la industria textil y de la moda se presenta una dicotomía desde la oferta, porque una cosa es lo que las personas aprecian en pasarela y otra muy distinta lo que realmente compran. "Ahí es donde las escuelas de diseño tienen que hacer el cambio de chip, porque no pueden pretender quedarse solo en hacerles creer a sus estudiantes que van a ser los grandes diseñadores famosos". En este orden de ideas citó el caso de una exdiseñadora de Zara que se retiró para montar su propia cadena de tiendas bajo este formato y ya tiene 40 de ellas en España. "Los creativos son los que saben interpretar rápidamente a la gente. Los diseños exclusivos y detallados están mandados a recoger".
No en vano Amancio Ortega es el tercer hombre más rico del mundo con su grupo textil Inditex, donde está Zara, quien aprendió a dejar de ser creativo para ser responsivo con este modelo de negocio.
Existen ejemplos como los de México donde 1/3 de la población compra ropa china en la calle, 1/3 en las grandes superficies y 1/3 compra moda europea en las tiendas Zara