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HISTÓRICO
La izquierda se juega en las urnas el poder en Brasil y Uruguay
  • La izquierda se juega en las urnas el poder en Brasil y Uruguay
POR DANIEL ARMIROLA R. | Publicado

Una derrota electoral para la izquierda en Brasil y Uruguay evidenciaría un declive gradual del predominio que mantiene en la región, en buena parte sustendado con acciones populistas. Hoy, el gobierno de Dilma Rousseff se juega su continuidad en las urnas, en medio de una crisis social y económica en su contra.

Por otra parte, un caso impensado: El Frente Amplio de Uruguay liderado por el presidente José Mujica, quien impulsa la candidatura de Tabaré Vásquez no tiene claro su triunfo, pese a los elogios que ha recibido el gobierno de izquierda a nivel nacional e internacional.

De todas formas, más influyente para América Latina es lo que acontecerá en los comicios presidenciales en el gigante regional Brasil.

Desde que asumió Luiz Lula da Silva, pasando por el mandato de Rousseff, la potencia emergente se ha vuelto un socio crucial para las naciones de izquierda en el hemisferio occidental y el mundo.

Política exterior, clave
Por este motivo, y en diálogo con El Colombiano, Germán Sahid, docente de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, consideró que lo que está en juego en Brasil no son las políticas internas sino la proyección del gigante sudamericano a nivel mundial.
"Lo que se disputa en estas elecciones del domingo en Brasil no es tanto el modelo de país. Algo que hay que resaltar, de dicha nación, es que siempre ha evitado que las ideologías y los partidos intervengan mayoritariamente en las instituciones del Estado. Por tanto, creo que lo que se juega aquí es más la dirección de Brasil en términos de política exterior, su posición como líder continental en términos ideológicos", explicó.

"Se debe recordar que Brasil es el jefe del Foro de Sao Paulo. Este es un grupo que cohesiona a todos los partidos de izquierda en el continente. Incluso las Farc tienen cabida allí. Si el país da un viraje en su política exterior, el denominado Socialismo del Siglo XXI perdería uno de sus principales apoyos", agregó.

En todo caso, Rousseff puntea actualmente las encuestas por seis puntos (53 por ciento) frente al opositor Aécio Neves (47), quien llegó a liderarlas en semanas pasadas.

Política como fútbol
Eso en cuanto a Brasil, un país que concentró la atención mundial por las protestas y el descontento durante su gran fiesta, el Mundial de Fútbol, tal como la posterior recesión técnica de su economía. Pero Uruguay, que redujo la pobreza del 40 al 12 por ciento en estos años de izquierda, y que se convirtió en una potencia agraria que prevé alimentar a 50 millones de personas en el futuro, es un caso complejo.
Tabaré Vázquez (2005-2010) y José Mujica (desde 2010), han llevado a la pequeña nación a la vanguardia en temas como lucha contra la desigualdad, sostenibilidad, así como el agro. Esto le significa una ventaja teórica de más de 10 puntos sobre la oposición para las elecciones de hoy.

No obstante, con 45 por ciento vaticinado por los sondeos, no lograrían el triunfo y, aún más, en segunda vuelta la oposición conformaría una coalición que podría sacarlos del poder. Hugo Machín, periodista y docente uruguayo, radicado en Medellín, explicó la compleja coyuntura.

"Se va ir a una segunda vuelta sí o sí. Para describir la situación del país, desde mayo había una victoria holgada e inapelable de Vázquez, pero hoy no es así para nada. Lacalle Pou, candidato opositor, tiene posibilidades de ganar. La clave para que lograra este cambio es un discurso novedoso, "por la positiva", sorprendiendo a todos cuando admitió los logros de la administración del Frente Amplio, pero prometiendo superarla", explicó.

"Hubiera sido más fácil hacer lo previsible, "pegarle de punta a la pelota y para arriba", como se dice en el fútbol, pero su decisión le supuso caudal político", recalcó.

Las elecciones del día de hoy son una prueba para la izquierda suramericana, todo porque dos de sus naciones más visibles están en peligro de perderlas, con las implicaciones que esto conlleva.

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