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Con dibujos en hojas block que representaban barcos llegando de altamar, los niños de la escuela de Nueva Colonia, en Turbo, donde se va a construir el Puerto de Urabá, recibieron a la comitiva de la Gobernación que este viernes arribó al sitio a dar parte de tranquilidad de que la obra será una realidad y que ya no hay reversa.
"Buenas tardes señor Gobernador", dijeron en coro una fila de pequeños que esperaban al mandatario, Sergio Fajardo, y acto seguido le hicieron entrega de sus "obras", cada una diferente, pero cada una su modo representando lo que va a significar y lo que esperan del Puerto Antioquia, como se llamará el proyecto y que inicia construcción a mediados de 2015 para terminar su primera etapa en 2018.
"A los niños de la escuela, por idea de la biblioteca, los invitamos a dibujar lo que quieren y como se imaginan el puerto, tenemos muchas expectativas con la obra", expresó Marisol Perea, madre de la chiquilla de cinco años, la que más abrazos recibió de parte del Gobernador por su simpatía, calidez y avispamiento con que se acercó a la comitiva, que también incluyó a diputados, empresarios, funcionarios del Gobierno Nacional y periodistas.
"Ustedes pueden estar tranquilos, tenemos todo el compromiso y el interés de sacar adelante el puerto, pero esta inversión solo será exitosa si contamos con apoyo de la comunidad", dijo ante la población de Nueva Colonia Andrés Bustos, el gerente de PIO -Puertos, Inversiones y Obras- que construirá el puerto.
La comunidad le creyó.
"Tengo toda la fe de que esto será realidad, es gente honesta y con experiencia y todos los desvelos que tuvimos con este sueño valieron la pena", comentó ante el mismo auditorio el empresario Guillermo Henríquez Gallo, que ha acompañado todo este proceso.
Tenemos un plan
Nueva Colonia es un corregimiento del municipio de Turbo situado a orillas del río León, cuyo canal llevará hasta el mar, donde llegarán y desde donde saldrán los barcos cargados de Puerto Antioquia.
No es un caserío abandonado ni hundido en la miseria. Pero tampoco es un pueblo boyante.
"Tenemos acueducto las 24 horas, energía eléctrica también, pero no hay buen alcantarillado, la salud es un problema porque solo tenemos un centro de salud insuficiente y nos toca salir a Turbo o Apartadó, a una hora de distancia, cuando los enfermos son delicados, hay muchas necesidades", relató Nelia Doria, líder del lugar y del Comité Prodesarrollo, un colectivo local que tiene un plan zonal en el que priorizaron sus necesidades y urgencias y alguna demandas de lo que esperan como compensación por los impactos que generará la obra.
La respuesta de PIO no se hizo esperar.
"Vamos a reubicar a unas sesenta familias que están en riesgo, será una de nuestras primeras obras", respondió Andrés Bustos.
Vendrán otros beneficios. Se generarán, en la etapa de construcción, 1.500 empleos directos, seguramente un gran porcentaje de ellos gente de Nueva Colonia. En la etapa de operación los puestos de trabajo serán 800.
"No tengo la menor duda de que este puerto se construirá. En ingeniería hay etapas previas a la constructiva y en eso se está, pero hay el presupuesto privado, gente con experiencia en puertos, y todo el apoyo del gobierno. Es un cronograma de cuatro años que coincide con otras obras de importancia, como las autopistas de la Prosperidad, que también van avanzando en firme", advirtió el presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, José Fernando Villegas, que también hizo parte de la comitiva que llegó hasta el puerto tras acompañar a la Gobernación en el viaje por tierra a la región y posteriormente a la llegada en lancha por el río León, partiendo del embarcadero de El Zungo, de donde sale el banano para Europa y Estados Unidos.
Una vía cada vez mejor
Pero el viaje tenía un sentido mayor que mostrar dónde quedará el puerto. Buscaba demostrar que la carretera que lleva de Medellín a Urabá cada vez está mejor y que en poco tiempo -dos o tres años- se podrá llegar en menos de cinco horas y cuando los tramos de las autopistas de la Prosperidad se concreten -seis años- el viaje durará solo 3 horas y media.
Las palabras de Jorge, uno de los conductores de bus que llevó la delegación a la región, fueron contundentes:
"Antes esto era un martirio, para nosotros y los pasajeros, nos demorábamos 11 o 12 horas en llegar a Turbo, cuando las cosas salían bien, ahora si mucho nos demoramos 7 u 8 horas y la gente viene tranquila, sin estrés".
Salvo el tramo entre Santa Fe y Cañasgordas, en el que se está trabajando en montarle las nuevas capas de pavimento, la vía está en óptimas condiciones.
En los puntos 108 y 104 -jurisdicción de Santa Fe de Antioquia- avanzan dos obras que sortearán dificultades que hace años mantenían bloqueada la vía por la caída de piedras gigantes y desprendimientos de tierra: un viaducto y un túnel falso que hacen parte de los trabajos contratados por el Fondo de Adaptación a la constructora El Cóndor, que busca intervenir los puntos críticos de la vía hasta Dabeiba, un contrato inicial de $55.000 millones y que con una adición posterior ascendió a $88.000 millones y que pretende acabar los bloqueos por efectos de la naturaleza.
Entre Cañasgordas y Mutatá -por el sector de La Llorona, en Dabeiba- también se avanza en otras obras con recursos de Invías y así, en muchos tramos de la carretera, se ven obreros, maquinarias, mucho movimiento y el avance de otros túneles falsos que evitarán bloqueos por desprendimientos de tierra a la vía.
"Vemos que el tráfico por la vía ha crecido en un 30 por ciento y el tiempo del trayecto hasta Urabá se ha disminuido en hora y media", precisó Germán Guerrero, directivo de la constructora El Cóndor.
En todo el trayecto, actualmente, se están invirtiendo, 900.000 millones de pesos, contando los 4,1 kilómetros que se construyen desde la carrera 80 hasta el túnel de Occidente Fernando Gómez Martínez, los trabajos en los puntos críticos entre Santa Fé y Dabeiba, las mejoras a la vía entre Santa Fe y Cañasgordas y las intervenciones entre Dabeiba y El Tigre -Chigorodó- y la Transversal de Las Américas -entre Chigorodó y Arboletes.
"Esto es una mezcla de sueños cumplidos. Urabá fue una de las regiones más golpeadas por la violencia y la ilegalidad, pero con la nueva vía, que ya se recorre en un tiempo mucho más corto que hace unos tres años, cuando también vine en bus a la región en mi campaña, se abre una puerta al desarrollo y las oportunidades", expresó el gobernador Sergio Fajardo ante los habitantes de Chigorodó, donde hizo una parada para mirar el avance de las obras del parque educativo que se construye en esta localidad, como lo había hecho horas antes en Uramita, donde también avanza la construcción del parque. Ambos serán entregados los primeros días de diciembre.
Juan Carlos Rengifo, coordinador técnico de la Agencia Nacional de Infraestructura -ANI- para las obras viales en Antioquia, confirmó que las inversiones en este departamento, contando las actuales y las de las Autopistas de la Prosperidad, ascenderán a los 4,8 billones pesos.
Reveló detalles de cómo será el túnel de El Toyo, en Cañasgordas, que reducirá un trayecto de dos horas -entre Santa Fe y Cañasgordas- a solo 40 minutos-.
"Es un trayecto de 40 kilómetros que tendrá 18 túneles, el principal el de El Toyo, que tendrá una extensión de 9,8 kilómetros, el más grande de Colombia en carretera", precisó.
Mostró cómo entre la vereda Fuemia, de Dabeiba, se hará una travesía que evitará escalar la montaña y ahorrará camino y tiempos cercanos a una hora con solo hacer una vía que bordeará el río Sucio.
Durante todo el viaje, Sebastían Álvarez, gerente de Proyectos Estratégicos de la Gobernación, y Mauricio Valencia, secretario de Infraestructura, elogiaron los avances en las obras de la carretera y cómo cada vez Urabá estará más cerca de Medellín.
"Con este ya son diez o más viajes los que hacemos por carretera a la región trayendo empresarios y personalidades y le aseguro que cada vez la siento más cerca, con esta vía han llegado obras como la Clínica Panamericana, la Ciudadela Universitaria, nuevos centros comerciales y seguramente se reactivará el turismo", recalcó Federico Restrepo Posada, hasta el viernes en la noche gerente de las Autopistas de la Prosperidad y coordinador del Plan de la Gobernación para el Desarrollo de Urabá.
Descontando las paradas en Uramita y en varios tramos de la vía que se hicieron para los funcionarios explicar las obras y sus avances, de Medellín a Chigorodó se pudo llegar en cinco horas. Algo que hace dos años, era una quimera, un sueño que parecía inalcanzable.