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Su potencia en el ataque la hace ver más grande en la cancha, como lo demuestra en la Copa Élite con el equipo de Caldas y en las selecciones de Antioquia y Colombia.
Yuranny Romaña, a sus 25 años, se nota madura y fuerte, gracias al recorrido internacional que en las últimas temporadas la llevó a las ligas de Japón (fue tercera) y Perú (cuarta), con un "balance muy positivo".
Por estos días, mientras compite a nivel local y entrena con Antioquia de cara a las eliminatorias para los Juegos Nacionales, espera que su empresario negocie la vinculación a un club del exterior.
Ella parece ir sin afán, pues de por medio también está el compromiso con Colombia en los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se disputarán desde el 14 de noviembre en Veracruz, México. "La meta impuesta es alcanzar un cupo para los Juegos Olímpicos de 2016", confiesa este mujer de tez morena, fruto de la región de Urabá.
Yuranny hace rato eligió el voleibol como profesión y antes de firmar cualquier contrato, además de una buena retribución económica, busca que el nivel deportivo de la liga que defina sea alto. "Las condiciones de trabajo siempre son importantes. Trato de ir a partes donde pueda proyectarme y me traten bien como persona", recuerda.
La Copa Élite Área Metropolitana le sirve para mantener ritmo y la disfruta. Mucho más cuando se encuentra con compañeras como Daniela Ospina, con la que hizo una yunta temible en el conjunto de Caldas. "El torneo se ha presentado muy chévere, hay niñas de gran rendimiento. A todas nos sirve para foguearnos y competir, puesto que el deportista no solo se hace con entrenamientos. Es bueno un torneo interno que nos mueva a todas".
Sobre los avances del voleibol femenino de Colombia, Yuranny lo califica de "espectacular", apoyada en los buenos resultados como la clasificación al Mundial Sub-20 2015. Ella, que está desde los inicios del proceso con el entrenador Mauro Marasciulo, sabe que hay una base de gran proyección que puede hacer realidad el sueño olímpico.